Prefiero mil palabras a un silencio eterno.
Prefiero que me destrocen gritando lo que sienten a que no digan nada.
Que me odien por alguna razón y me lo digan, que me lo digan tan alto como su voz se lo permita. Pero odio el no oír nada al otro lado de el teléfono, ese silencio que deja mella.
Sólo, tan sólo no quiero oír palabras que no digan nada y silencios que lo digan todo.
Que me demuestren quiénes son y cómo soy yo a sus ojos.
Atravesar su locura, sus silencios más bonitos sin que sean incómodos.
Pero odio, realmente odio la sensación de que nunca podré ser feliz, que mi vida dependa de un número, de limitarme a mi misma y de que me domine una vocecilla que me diga que todo saldrá mal cuando ni siquiera sé de que van las cosas.
Y es cierto, nuestra vida esta llena de subidas y bajadas, escalones que debemos superar, y que es jodidamente difícil que siempre sea una línea en picado a las más absoluta mierda.
A pesar de saber esto, a pesar de "superar" todo lo dejado atrás no soy capaz de disfrutar en su totalidad de las cosas, siempre estoy al acecho de que algo o más bien alguien me ataque y vuelva al punto de partida. Como si todo lo pasado, todo lo recorrido y todas las lágrimas derramadas fueran en vano.
Por ello, seré siempre la chica que sonríe pero que no es realmente feliz.
Sólo son ideas, pensamientos, más bien palabras que quedan en el aire y que alguien los recoge y los pone por escrito. Nos transportan durante unos pocos minutos a lo que parece un nuevo mundo. Bienvenidos a mi blog. Pd: tengo twitter--- @empty_of_ideas Gracias por leerme.
viernes, 7 de agosto de 2015
Más mierda para vuestros ojos escrito desde un corazón roto
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